Un día de desconexión total...


El pasado domingo, 27 de mayo de 2018, mi día comenzó cuando la hora más oscura de la noche estaba en todo su esplendor. Ese momento en que escuchas las aves y los coquíes anunciar la pronta llegada de la aurora. La preparación para el gran momento de ver lo que había declarado por convicción. Sí, porque días posteriores había pensado ¿qué voy a hacer? ¿con qué dinero? ¿cuántas personas asistirán? 

Llegaba el momento de vivir por quinta ocasión como algunos seres por voluntad propia decidían desconectarse por 1 día completo del celular. Sin importar cuantos fueran decidí la noche antes darlo todo para que esta experiencia fuera realidad. Sabía que las personas que iban a asistir serían transformadas. Para mí eso valía mucho más. Entonces comenzó la aventura desde las 7am llegamos al punto de encuentro junto a mi amado esposo y mi hermosa hija. Allí estábamos a pesar del cansancio físico sabíamos que nuestras fuerzas serían renovadas. Comenzaron a llegar las personas y sus caras de alegría, sueño y expectativas se hacían notar. Sin embargo, había una energía que fluía más fuerte que nos evocaba a sonreír. Nos montamos en la pequeña guagua estilo "van" junto a nuestro chofer oficial Carlitos. Salude a cada persona dándoles la bienvenida a los presentes que contaban entre unas diez caras. Les pregunte ¿cómo estaban? y me contestaron “Fluyendo”. Así comencé a motivarlos y crear el ambiente para lo que venía. Luego mi esposo William les cuenta la historia del #DetoxVirtual nombre que fue dado para nuestro evento. Le siguió Christian nuestro joven líder y guía espiritual quien les ofrece un mensaje lleno de amor "llego el momento de recoger los celulares" jajaja este es ese momento en que vemos diferentes "emojis" en vivo y a todo color. El grupo fluyó y de una manera muy rápida cada uno entregó su celular para ser guardado bajo llave. Declaramos que todo estaba en orden divino que salíamos y regresábamos con bien. Y así zarpo nuestro viaje hacia Adjuntas. 

Durante el camino comenzamos a hacer una dinámica para conocernos, a conversar y escuchar música. Rápidamente ya estábamos a mitad de camino y en un abrir y cerrar de ojos llegamos a nuestro destino. Allí en las tierras rodeadas de montañas nos recibió nuestro joven agricultor José Esteban López Maldonado con su sonrisa humilde y su hablar elocuente. Igualmente le acompañaban como siempre su padre Carmelo y su madre Aida. Comenzó el recorrido por la Escuela Agrícola y los rostros de asombro por lo que veían eran notables. La adrenalina aumentaba mientras se preparaban. Ya listos con guantes y pico en mano comenzamos la caminata hacia la finca que nos esperaba justo al lado de la escuela. En ese lugar José nos explicó cómo sembrar las semillas de guineo. Muy entusiasmado el primero fue un buen amigo que sin pensarlo mucho ya estaba colocando la semilla en el primer hueco y cubriéndola de tierra. Sucesivamente, cada uno de los participantes hizo lo mismo, sembraron, aunque el nombre de sus nuevos retoños variaba desde "Frescura" hasta "Harry". Fue un momento lleno de pasión y conexión con la madre tierra.


Luego de comenzar la mañana de una forma intensa llegó la hora de la comida ¡y que comida nos esperaba! Gracias a una señora adjunteña que se dedica a cocinar por más de treinta años pudimos alimentarnos. Sentados en las sabanas que estaban en la tierra. Debajo de la sombra de varios árboles deleitamos el rico plato de comida al estilo campo. Entre conversaciones y descanso recargamos energías para nuestra próxima experiencia. Nos ubicamos entre medio del pasto y los arboles donde hicimos un circulo y allí nuestro joven líder comenzó su dinámica llamada "Comunicación Almíca". Nos invito a un encuentro entre alma y alma. Sin dar muchos detalles para que no se pierda la esencia puedo decir que fue un momento donde nos conectamos los unos con los otros. Mirándonos fijamente a los ojos viendo el reflejo de nuestra alma mientras dábamos y recibíamos amor.



Esta hermosa experiencia nos llevo a caminar hacia el lado más alto de la finca donde se postraba el frondoso y majestuoso árbol de mango. Allí nos sentamos para comenzar la meditación guiada por nuestra invitada especial Zusel Rodríguez terapista de reiki. Quien nos llevo a conectar de forma profunda con la naturaleza y escuchar lo que necesitamos recibir. Entre el sol, la lluvia, el viento y el canto de las aves que nos rodeaban pudimos respirar paz. Fue así como nuestro Detox Virtual se intensifico en la unión de seres que deseaban ese momento. Diversidad de anécdotas, conocimiento compartido y elevación de conciencia fueron algunos de los efectos naturales de nuestra desconexión. Sin aún saber lo que faltaba…nuestro cierre con broche de oro. Nos preparamos para salir y caminar unos quince minutos hacia ese lugar divino donde llevaríamos a cada persona a vivir una experiencia única. Ese instante en que dices ¡Wow! Puede que sepas cual fue esa sorpresa o puede que no. Se lo dejo a tu imaginación. Solo voy a decir que es como si conocieras a esa persona por primera vez, pero en el fondo sientes como si ya la hubieses conocido.

Para finalizar, esta aventura no podía faltar la estrella gigante del este que se postra en el oeste. Fue hermoso contemplar el brillante atardecer que nos despedía entre una estrofa y otra del poema que recitaba José Esteban. Este fue el cierre magistral que nos regalo aquel lugar junto con el amor de sus residentes. 

De más esta decir que nuestro viaje de regreso fue gratificante y entre una curva y otra podía ver la luz que irradiaba cada uno de los rostros que conecto con la abundancia infinita. 


#NeyshaFluye y tú?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reflexión 152 - Guarda tu corazón

Reflexión 6 - Las Metas

Reflexión 97 - ¿En qué inviertes tu tiempo?