Reflexión 171 - Reviviendo el dolor con amor
Desde el año pasado no escribía en este espacio que inicie en el 2013 con el propósito de compartir lo que está en mi interior. Ayudar a otros a descubrir su verdadero propósito para que fluyan sin límites con pasión.
Hoy, gracias a una joven muy especial para mi que me motivó, comienzo a fluir entre letras que salen de mi corazón. Con lágrimas en mis ojos me disfruto este momento de alegría donde revivo el dolor que he pasado. Sí, porque son esas experiencias de la vida las que me han formado. Cada una tuvo un propósito y me han llevado a crecer de adentro hacia afuera.
Te comparto una porción de mi historia con mucha humildad. Me crié con mi madre y mis dos hermanas en un ambiente rodeado de maltrato y violencia. La falta de amor de un padre se reflejó en mi tímidez. Era una niña muy callada que prefería estar en su casa jugando con muñecas. Recuerdo un día que me paré frente a la ventana del condominio donde vivía y mirando el cielo me preguntaba ¿debe haber algo más que esto que me rodea? Aunque no practicaba ninguna religión siempre mi corazón latia en búsqueda de algo mas allá. Eso que me llevaría a lograr cada uno de mis sueños. Hasta que llegó el momento en que tuve un encuentro divino y recibí un amor inigualable. Es algo que en palabras se quedaría corto, simplemente hay que experimentarlo. Desde ese momento mi vida se lleno de paz. Estaba convencida que si continuaba hacia adelante perseverando iba a lograr todo lo que quería. Siempre sonríendo y dando lo mejor de mi. A pesar de las carencias y las necesidades me mantuve enfocada en seguir caminando aunque piedras se interpusieran en mi camino. Así es, hay tropiezos que son necesarios para crecer, aprender y enseñar.
He aprendido que el dolor es necesario y construye mi carácter. Hoy estuve en un evento de crecimiento personal y profesional donde escuché la historia de una guerrera que decidió dejar a un lado el hostigamiento y la burla que sufrió cuando era adolescente para convertirse en la mujer exitosa que ella ha decidido ser. Pude sentir su corazón y ver su interior. Fue genuina y compartió su experiencia de dolor con amor para dejarle saber a todos que sí se puede. Asimismo, hoy decido compartir contigo un extracto de mi vida para que veas que no estás sola(o). Todos pasamos por algún momento retante que nos lleva a enfrentarnos con nuestra convicción. Yo decidí vivir, yo decidí creer en mi, yo decidí fluir...
Hoy, gracias a una joven muy especial para mi que me motivó, comienzo a fluir entre letras que salen de mi corazón. Con lágrimas en mis ojos me disfruto este momento de alegría donde revivo el dolor que he pasado. Sí, porque son esas experiencias de la vida las que me han formado. Cada una tuvo un propósito y me han llevado a crecer de adentro hacia afuera.
Te comparto una porción de mi historia con mucha humildad. Me crié con mi madre y mis dos hermanas en un ambiente rodeado de maltrato y violencia. La falta de amor de un padre se reflejó en mi tímidez. Era una niña muy callada que prefería estar en su casa jugando con muñecas. Recuerdo un día que me paré frente a la ventana del condominio donde vivía y mirando el cielo me preguntaba ¿debe haber algo más que esto que me rodea? Aunque no practicaba ninguna religión siempre mi corazón latia en búsqueda de algo mas allá. Eso que me llevaría a lograr cada uno de mis sueños. Hasta que llegó el momento en que tuve un encuentro divino y recibí un amor inigualable. Es algo que en palabras se quedaría corto, simplemente hay que experimentarlo. Desde ese momento mi vida se lleno de paz. Estaba convencida que si continuaba hacia adelante perseverando iba a lograr todo lo que quería. Siempre sonríendo y dando lo mejor de mi. A pesar de las carencias y las necesidades me mantuve enfocada en seguir caminando aunque piedras se interpusieran en mi camino. Así es, hay tropiezos que son necesarios para crecer, aprender y enseñar.
He aprendido que el dolor es necesario y construye mi carácter. Hoy estuve en un evento de crecimiento personal y profesional donde escuché la historia de una guerrera que decidió dejar a un lado el hostigamiento y la burla que sufrió cuando era adolescente para convertirse en la mujer exitosa que ella ha decidido ser. Pude sentir su corazón y ver su interior. Fue genuina y compartió su experiencia de dolor con amor para dejarle saber a todos que sí se puede. Asimismo, hoy decido compartir contigo un extracto de mi vida para que veas que no estás sola(o). Todos pasamos por algún momento retante que nos lleva a enfrentarnos con nuestra convicción. Yo decidí vivir, yo decidí creer en mi, yo decidí fluir...
#NeyshaFluye y tú?
Excelente reflexión, gracias por compartir. "Queso pa"
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado "queso pa" seguimos fluyendo...
ResponderEliminarEsa es la actitud!
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